sábado, 12 de abril de 2014

El Amor de los Gansos.

El Padre de la Etología, Konrad Lorenz (Viena, 1903 - Alterburg, 1989), conocía a estas aves a la perfefección. Él y Nikolaas Timbergen fueron los pioneros en elevar el estudio del comportamiento animal del plano de la anécdota al nivel de una ciencia, la Etología. Ambos se pasaron horas y horas observando la conducta de muchos animales, lo que les llevó a publicar numerosos estudios que fueron reconocidos en 1973 con un más que merecido premio Nobel de Medicina y Psicología. Lorenz descubrió el fenómeno de la impronta materna en las aves; fundó muchas colonias de gansos haciéndose pasar por "madre" de las camadas, que luego le seguían a todas partes.

Foto: Miguel Varona.
La primera vez que me aproximé para observar a los gansos fue en Villafáfila (Zamora), durante los meses de invierno de los años 1994, 95... El Ganso, también conocido como Ánsar Común, nidifica en las tierras altas y turberas del norte y este de Europa, migrando hacia el sur para huir de crudo invierno. En España se localizan dos grandes concentraciones invernales de ánsares, las marismas del Guadalquivir, a donde llegan cada invierno unos 70.000 individuos; y las Lagunas de Villafáfila (Zamora), a donde llegan aproximadamente unos 20.000. La llegada de los ánsares a las zonas de invernada constituye unos de los espectáculos más maravillosos que se pueden contemplar en la Naturleza; yo fui testigo en aquellos años de una de esas llegadas masivas, en Villafáfila; fue algo increíble, al anochecer, de pronto el cielo se llenó de cientos y cientos de gansos que estruendosamente llegaban a las lagunas.

Vuelan a gran altura formando escuadras perfectamente ordenadas. Durante el amanecer alzan el vuelo para aterrizar en los vecinos campos de cereales; y antes de caer la noche, regresan a las lagunas para dormir en las orillas sobre una pata y con la cabeza apoyada sobre la espalda. No son tan acuáticas como los patos, solo ocasionalmente se les puede ver sumergiendo la cabeza bajo el agua.

Al comenzar la primavera los gansos regresan hacia el norte, donde formarán parejas para criar. Sólo algunas pocas parejas deciden quedarse aquí en España para criar, como esta que muestro en este vídeo grabado hoy mismo en Villafáfila, en la que se adivinan los pollitos merodeando alrededor de los padres:



Lorenz decía que algunas hembras se enamoraban (sin comillas) de un macho, al que sometían discretamente a su marcaje. Nunca lo perseguían, pero se dejaban ver en los lugares donde él frecuentaba. No adoptaban ningún gesto ni actitud para llamarle la atención. Ellos realizan maniobras de provocación que ellas nunca observan directamente, aparentan dirigir sus miradas a otra parte, miran con el rabillo del ojo... En cambio, el macho enamorado exhibe radiante su excitación, chilla, realiza vuelos cortos a su alrededor, aumenta el esplendor de su plumaje. La pareja se constituye cuando ambos realizan por primera vez la conocida como "ceremonia del triunfo", en la que la pareja celebra el triunfo después de una batalla contra un intruso o pareja rival.

Este tipo de ceremonial es muy común entre las anátidas, pero en los gansos se ha ritualizado hasta tal punto de que el supuesto "enemigo" es imaginario y pierde importancia, convirtiéndolo en una manifestación de amor o de un vínculo afectivo. Cuando un grupo de ánsares realizan este ceremonial, están diciendo (en palabras del propio Lorenz): "Nosotros somos solidarios, nosotros estamos unidos y nos opondremos a los enemigos".

El hecho de que los gansos realicen este ceremonial con independencia del sexo, a llevado a muchos zoólogos a afirmar que la homosexualidad es común en la especie. El macho y la hembra unidos por un ceremonial de triunfo serán con toda probabilidad compañeros sexuales, y su relación afectiva será fuerte y duradera. Pero dos machos a quienes les une una relación triunfal intentarán el acoplamiento durante el celo y fracasarán. Entonces, uno de los machos abandona temporalmente a su compañero para encontrar a una hembra sola y complaciente, con la que realizará la cópula sin ceremonial. Luego alzará el vuelo para buscar a su compañero macho y realizará con él el ceremonial del triunfo.

Este ritual es tan importante en la vida de los gansos que aquel individuo que no lo realice con nadie será siempre tímido y retraído, ocupará los últimos lugares en la jerarquía social, y mostrará siempre desequilibrios importantes en su conducta.

Las parejas unidas por el ceremonial durarán toda la vida, y el vínculo sólo se romperá cuando uno de los cónyuges desaparezca trágicamente. Lorenz observó cómo el viudo o la viuda sufren mucho la pérdida, pasando el día buscando a su compañero desaparecido, volando de día y de noche... Terminan por perder toda su combatividad y se hunden en lo más bajo de la jerarquía. Él se refería así a una de sus ocas protagonistas de una desgraciada historia de amor: "Incluso de lejos reconozco entre los cientos de gansos a mi querida oca Ada, por la expresión de sus ojos marcados por el sufrimiento. No es un alarde de mi imaginación. El hecho me ha sido probado de forma impresionante cuando un gran ornitólogo que ignoraba por completo la historia de Ada, me la señaló con el dedo diciendo: Esa oca debe haber sufrido mucho". 



FICHA TÉCNICA:
Lugar del avistamiento: Lagunas de Villafáfila (Zamora).
Fecha del avistamiento: 12 de abril de 2014.
Nombre común: Ganso. Ánsar Común.
Nombre científico: Anser anser L.
Familia: Anatidae.
Posición sistemática: Clase Aves; Orden Anseriformes.
Longitud: Entre 75 y 90 cm. (hasta 160 cm. de envergadura). 
Hábitat: Humedales y campos cerealistas.
Distribución geográfica: Por toda Europa.
Biología: Se alimentan de cereales, coles, garbanzos o de cualquier otro tipo de material vegetal. Las parejas construyen el nido en el suelo, oculto entre las hierbas. La hembra pone entre 4 y 6 huevos y los incuba durante un mes. Lo primero que hacen los pollos al nacer es mirar a su alrededor y saludar con un pitido a la primera cosa que vean moverse, normalmente su madre. El macho se dedica con mucho empeño a vigilar el nido y a pasear a los pequeños.   

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