martes, 30 de julio de 2013

Geranium subargenteum.

Había visto ya en otras ocasiones estas bonitas flores alpinas caminando por los altos pastizales de los Picos de Europa. Es fácil verlas en Vega Huerta y El Frade, pero es especialmente abundante en la inmensa Vega de Liordes, lugar donde la fotografié.

Foto: Miguel Varona.
Lo más destacado de esta flor es esa coloración oscura de las venas que adornan los pétalos de color rosado. Florece entre junio y agosto. Como la mayoría de las flores alpinas, es una planta de reducido tamaño, no superando los 10 cm. de longitud. Presenta un rizoma robusto y todas las hojas están dispuestas en una roseta basal.

Las hojas son muy características, digitadas prácticamente hasta la base en 5 a 7 lóbulos estrechos, de color verde tomentoso en el haz y plateadas en el envés.

Foto: Miguel Varona.
FICHA TÉCNICA:
Muestra Herbario: F421
Localidad: Santa Marina de Valdeón (León), Vega de Liordes (Picos de Europa).
Fecha del muestreo:  28 de julio de 2013.
Leg et Det: Miguel Ángel López Varona.
Nombre común: No tiene.
Nombre científico: Geranium subargenteum Lange
Familia: Geraniaceae. 
Ecología: Canchales calcáreos entre 1.500 y 2.200 m. de altitud.
Distribución geográfica: Endemismo de la Cordillera Cantábrica, Alpes y Montes Apeninos.
Observaciones: En los Alpes está protegida. 

Cardo de La Magdalena (Eryngium bourgatii).

El Cardo Azul o Cardo de La Magdalena es una de las plantas más especiales de la Cordillera Cantábrica. Inconfundible por su coloración azul, llama la atención a los que se adentran en los pastizales de las altas montañas calcáreas de la Cordillera Cantábrica. Se trata de un endemismo cantábrico, aunque está presente también en zonas concretas de los Pirineos.

Foto: Miguel Varona (Picos de Europa, León).
Durante mi estancia en los Picos de Europa en aquel largo invierno del año 2002, en el que conviví con las gentes del Valle de Valdeón, pude comprobar cómo algunos ganaderos recolectaban este cardo para hacer infusiones. El agua de cocción la utilizaban como antiséptico y desinfectante para tratar las heridas de vacas y caballos.

Las mujeres del valle solían recolectarlo para usarla como planta ornamental; recuerdo muy bien verlos en los jarrones decorando el interior de las cocinas.

Florence durante el verano, momento en que la coloración azul alcanza su máxima intensidad. Sus flores son melíferas, pero las abejas no son las únicas interesadas en este cardo, también los rebecos y los jabalíes aprecian el sabor de sus raíces.

Foto: Miguel Varona (Picos de Europa, León).
Los tallos erectos alcanzan los 45 cm. Las hojas basales se disponen en roseta y sus pedicelos envuelven la base del tallo a modo de vainas. A diferencia del tallo, su coloración es verde con manchas blanquecinas en el haz. Las hojas caulinares son alternas y tienen los peciolos mucho más reducidos que las basales.

FICHA TÉCNICA:
Muestra Herbario: F312
Localidad: Tuiza de Arriba (Asturias), Macizo de Peña Ubiña.
Fecha del muestreo:  31 de julio de 1994.
Leg et Det: Miguel Ángel López Varona.
Nombre común: Cardo de La Magdalena. Cardu burreru.
Nombre científico: Eryngium bourgatii Gouan
Familia: Apiaceae. 
Ecología: Pastizales asentados sonbre roca caliza.
Distribución geográfica: Endemismo ibérico. Es frecuente en la Cordillera Cantábrica, algo menos en Pirineos.
Observaciones: Dicen los ganaderos de los Picos de Europa que "donde se cría, el prau da buena herba".

sábado, 13 de julio de 2013

Sceliphron curvatum, la avispa albañil.

Estando tranquilamente sentado en el salón de mi casa, escuché unos sonidos que procedían del interior de un armario que parecían proceder de una mosca atrapada. Los aleteos eran repetitivos y se producían a intervalos de unos cinco o diez minutos. Entonces me dí cuenta de que una especie de avispa entraba y salía a través de la ventana para dirigirse siempre al mismo lugar, una rendija cerca del marco de un armario. ¡Estaba construyendo una vasija de barro! Observé cuidadosamente cómo aquella avispa se afanaba por encontrar barro en el exterior, lo tragaba y lo transportaba al lugar elegido para la construcción de uno de sus nidos. Con el aleteo de las alas conseguía endurecer el barro mientras lo moldeaba con su aparato bucal. Una auténtica alfarera profesional.

Foto: Miguel Varona.
Se trata de Sceliphron curvatum, una avispa solitaria peciolada originaria del Asia Central, de las cordilleras más altas del mundo (Himalaya, Karakorum y Pami), que se introdujo en Europa probablemente como consecuencia de la actividad humana. En pocos años ha logrado extenderse prácticamente por todo el continente europeo.

Las avispas solitarias no forman colonias, construyen madrigueras a las que llevan presas paralizadas por la acción de su veneno que servirán de alimento para sus larvas. En este caso, la Sceliphron curvatum construye nidos de barro con forma de vasija que fija a los muros o árboles, aunque tiene especial predilección por los edificios. Una vez construído el nido, localiza a sus presas preferidas, pequeñas arañas a las que paraliza con su veneno y las introduce cuidadosamente en su interior. Entonces deposita un único huevo y cierra con más barro el orificio del nido. Así permanecerá sellado durante varios meses hasta que, durante la primavera del año siguiente, el huevo eclosiona y la larva comienza a alimentarse de las presas almacenadas.



FICHA TÉCNICA:
Lugar del avistamiento: San Lorenzo de El Escorial (Madrid).
Fecha del avistamiento: 13 de julio de 2013.
Nombre común: Avispa albañil.
Nombre científico: Sceliphron curvatum Smith.
Familia: Sphecidae.
Posición sistemática: Clase Insecta; Orden Hymenoptera.
Longitud: En torno a 2 cm.
Hábitat: Pinares y montañas.
Distribución geográfica: Europa y Asia Central.
Biología: No es una avispa "agresiva", aunque no dudará en picar si se siente molestada y la picadura es bastante dolorosa. Lo mejor que se puede hacer es no molestarla y dejarla que tranquilamente haga su trabajo, además, nos va a "limpiar" la casa de arañas...

viernes, 5 de julio de 2013

Briófitos tropicales en el Hayedo de la Biescona.

El Hayedo de la Biescona, aquel "milagro" escondido en uno de los rincones más recónditos de la sierra asturiana de El Sueve, sigue sorprendiéndome. En esta segunda visita no programada, centrada esta vez en las partes más bajas del bosque, en la zona de la antigua mina, he podido recolectar algunos briófitos que me llamaron especialmente la atención. Sabía que en este hayedo se habían encontrado helechos tropicales, algunos de los cuales son considerados como auténticos fósiles vivientes. También localicé un liquen de origen tropical prácticamente desaparecido de Europa, Lobaria virens, cuya presencia tanto en este bosque como en Muniellos es puramente testimonial. No es de extrañar, por tanto, que entre las diversas especies de briófitos que tapizan sus rocas, sus árboles y sus suelos, pudiera localizar alguna especie de origen tropical.

Foto: Miguel Varona.
Y así fue, escondido entre las matas de otros musgos, en una zona oscura y sombría, allí se encontraba un musgo que jamás antes había visto. Se trata de la especie Hookeria lucens, un relicto de Terciario, la única de este género de musgos tropicales que todavía está presente en Europa. Mis amigos del Proyecto Musgo la describen muy bien en su magnífico blog dedicado a los musgos.

Foto: Miguel Varona.
Las hojas están formadas por células tan grandes que basta una lupa para poder distinguirlas perfectamente.

Foto: Miguel Varona. 
La encontré junto a otras especies de musgos de entre las que pude distinguir Plagiomnium undulatum, Eurhynchium striatum y Eurhynchium praelongum.

Plagiomnium undulatum.   Foto: Miguel Varona.
Las hepáticas son también especialmente abundantes y diversas en el hayedo de La Biescona. Basta con acercarse a los arroyos o a las rocas más sombrías y húmedas para encontrar talos tan llamativos como los de Conocephalum conicum, una hepática que era empleada en la Edad Media para tratar las enfermedades hepáticas.  

Conocephalum conicum.   Foto: Miguel Varona.
Esto solo es un ejemplo de lo que se puede encontrar en este magnífico bosque.

Porpidia crustulata.

En el mismo talud del bosque de La Biescona donde encontré el liquen Baeomyces rufus, se encontraba este otro liquen ocupando claramente los salientes de las piedras que asomaban por la tierra. Se trata de una especie pionera que se instala en las superficies recientemente expuestas de los taludes que son removidos para ampliar los caminos forestales o que simplementre quedan al descubierto tras un desprendimiento.

Foto: Miguel Varona.
Talo crustáceo muy delgado, difuso, a veces areolado, de color gris blanquecino o crema, algo verdoso, teñido de naranja cuando crece sobre rocas ferrosas. A veces se le distingue una línea hipotalina oscura.

Foto: Miguel Varona.
Los apotecios son frecuentes y abundantes, sésiles, de color negro, redondeados, a veces marcadamente convexos, con un margen muy delgado de color negro.

FICHA TÉCNICA:
Muestra Herbario: L141
Localidad: Gobiendes (Asturias), Hayedo de La Biescona.
Fecha del muestreo:  5 de julio de 2013.
Leg et Det: Miguel Ángel López Varona.
Nombre común: No tiene.
Nombre científico: Porpidia crustulata (Ach.) Hertel & Knoph.
Familia: Porpidiaceae.
Reacciones: Variable, a veces K+ amarillo y P+ anaranjado. 
Sustancias Liquénicas: Ácidos estíctico, criptoestíctico, conestíctico y norestíctico (variable).
Fotosimbiontes: Algas verdes clorococoides.
Ecología: Saxícola silicícola en taludes cerca del suelo.
Distribución geográfica: Cosmopolita. 
Observaciones: A veces los apotecios aparecen formando "corros" en forma de anillos de crecimiento anual. P. macrocarpa tiene los apotecios más grandes y el talo es casi invisible.

Baeomyces rufus.

A punto de entrar en el bosque de La Biescona, aquel hayedo "mágico" escondido en la Sierra del Sueve, me topé con un talud de tierra recientemente removida en el que encontré este curioso liquen de aspecto lepraroide del que me llamaron la atención los apotecios pedunculados de color pardo-rosáceo.

Foto: Miguel Varona.
Se trata de un liquen con el talo dimórfico: Un talo basal crustáceo, entre granuloso y escuamuloso, de color gris verdoso (verde pálido en estado húmedo), algo sorediado; y un talo secundario fruticuloso constituido por podecios sólidos cortos (hasta 4 mm. de altura) de color blanquecino, en cuyo extremo se encuentran los apotecios.

Foto: Miguel Varona.
A veces los apotecios son sésiles, pero generalmente se forman en los podecios. Presentan el disco convexo, de color pardo-rosáceo, pardo oscuro en estado seco. No suelen superar los 2 mm. de ancho.
 
FICHA TÉCNICA:
Muestra Herbario: L140
Localidad: Gobiendes (Asturias), Hayedo de La Biescona.
Fecha del muestreo:  5 de julio de 2013.
Leg et Det: Miguel Ángel López Varona.
Nombre común: No tiene.
Nombre científico: Baeomyces rufus (Hudson) Rebent
Familia: Baeomycetaceae.
Reacciones: Variable, generalmente K+ amarillo y P+ amarillo. 
Sustancias Liquénicas: Ácido estíctico. A veces ácido norestíctico.
Fotosimbiontes: Algas verdes Coccomyxa.
Ecología: Terrícola, en suelos y taludes de zonas removidas.
Distribución geográfica: Cosmopolita, preferentemente en zonas boreales. 
Observaciones: Sus apotecios pedunculados y el talo con aspecto lepraroide la hacen inconfundible. Dibaeis baeomyces tiene los apotecios de color rosa claro y el talo es de color gris. Icmadophila ericetorum se parece, pero no tiene los apotecios pedunculados, además, crece sobre madera en descomposición, turba y humus. 

martes, 2 de julio de 2013

El Lagarto Verdinegro de Nocedo de Curueño.

En la Cordillera Cantábrica existen tres especies de lagartos: El Lagarto Ocelado (Timon lepidus), el Lagarto Verde (Lacerta bilineata) y el Lagarto Verdinegro (Lacerta schreiberi). El más grande y robusto de los tres es el Lagarto Ocelado, cuya longitud puede llegar a alcanzar los 70 cm. (incluyendo la cola). Los otros dos lagartos son de apariencia silimar, aunque considerablemente más pequeños.

El Lagarto Verdinegro es la única especie endémica de lagartos de nuestra fauna peninsular. Es muy fácil de reconocer cuando los machos adultos se encuentran en temporada de reproducción, entre los meses de mayo y junio, porque adquieren una hermosa coloración azul celeste que les cubre la casi totalidad de la cabeza. Sin embargo, fuera del período reproductor, tanto machos como hembras presentan una variabilidad cromática muy amplia, en función de la edad y del área geográfica que ocupan. Un carácter bastante común es la presencia de pequeños ocelos blaquecinos en ambos costados de los indivíduos jóvenes.

Foto: Miguel Varona.
Fotografié este ejemplar en el entorno de la Cascada de Nocedo, en Valdepiélago (León), y he de decir que su identificación no me resultó nada fácil. Su tamaño, su coloración y la distribución de las escamas dorsales de la cabeza me hicieron confundirla con una hembra de Iberolacerta monticola, hasta que un experto en la materia (Alberto Sánchez) me lo aclaró.

Los machos adultos tienen el dorso del cuerpo de color verde finamente punteado de negro. En las hembras el dorso puede ser verde, pardo, o una mezcla muy variable de ambos colores. En ambos sexos, la parte superior de la cabeza y cola es de color pardo.

La mayoría de las poblaciones de esta especie vive en zonas de montaña con abundante vegetación, ligada de alguna manera a los cursos permanentes de agua.

FICHA TÉCNICA:
Lugar del avistamiento: Cascada de Nocedo, entre Valdepiélago y Nocedo de Curueño (León).
Fecha del avistamiento: 2 de julio de 2013.
Nombre común: Lagarto Verdinegro.
Nombre científico: Lacerta schreiberi Bedriaga.
Familia: Lacertidae.
Posición sistemática: Clase Reptilia; Subclase Lepidosauria; Orden Squamata.
Longitud: 7-11 cm. (hasta 28 cm. incluyendo la cola).
Hábitat: Cerca de los arroyos y zonas húmedas en áreas de montaña.
Distribución geográfica: Endemismo ibérico, desde el norte de Galicia hasta el País Vasco a lo largo de toda la Cordillera Cantábrica, Macizo Galaico-Leonés, norte de Portugal y Sistema Central.
Biología: Su dieta es muy variada, coleópteros, formícidos, ortópteros, dípteros... Como tienen preferencia por los microhábitats húmedos, es frecuente encontrar en su dieta insectos con fase larvaria acuática (odonatos, tricópteros, plecópteros). También pueden alimentarse de pequeños frutos silvestres. La variación en la coloración de los machos adultos está relacionada con su estado de salud, estatus de dominancia, de emparejamiento... y puede representar multitud de mensajes que son interpretados por otros machos y por las hembras.
Otras localizaciones constatadas: Pinares Llanos de Peguerinos (Ávila), 10 de mayo de 2015 (no es seguro porque apenas se dejó ver, pero la cabeza tenía esa coloración azul característica de los adultos).