Luz Stella Tisnés Ocampo es coordinadora de proyectos de Educación Ambiental en el "Liceo Taller San Miguel" de Pereira, una ciudad perteneciente al Eje Cafetero de Colombia. A través de uno de sus magníficos proyectos, ofrece a los niños la posibilidad de descubrir el fascinante mundo de los líquenes, y ha tenido la gentileza de compartir conmigo algunas de sus estupendas fotografías. En muchas de ellas reconozco algunas especies de líquenes subtropicales que me resultan familiares por mis conocimientos en la flora canaria. Sin embargo, hay otros como el de esta imagen que me llaman poderosamente la atención: ¿Esto es realmente un liquen?
Pues sí, se trata de Dictyonema glabratum, uno de esos pocos ejemplos de basidiolíquenes que existen en el mundo.
La gran mayoría de los hongos producen sus esporas de manera exógena mediante células especializadas denominadas basidios. Solo unos pocos hongos producen esporas de manera endógena en pequeños saquitos denominados "ascas" (ascomicetes). Sin embargo, son los ascomicetes los que mejor se han adaptado a la liquenización, de hecho, la inmensa mayoría de los micobiontes de los líquenes son ascomicetes. Solo hay algunas excepciones, casos muy raros, en los que un basidiomicete haya encontrado en la liquenización su mecanismo de adaptación evolutiva.
Su morfología recuerda a la de muchas setas, con lóbulos semicirculares en forma de abanico y estrías concéntricas de color verde oliváceo, azulado o grisáceo que resaltan sobre el color gris del talo. A simple vista cualquier aficionado no dudaría en decir que se trata de un hongo, pero examinando la estructura del interior del talo se observan, además de las hifas del hongo, filamentos uniseriados de células rectangulares verdes que se corresponden con la cianofícea Scytonema.
Se trata, por tanto, de un liquen doblemente raro: Que el micobionte sea un basidiomicete ya es de por sí notablemente raro, pero que, además, el ficobionte sea una cianofícea, lo convierte en uno de los líquenes más curiosos del mundo.
Vive en los bosques húmedos de las regiones tropicales de América (Hawai, Florida y desde el centro de México hasta Chile y Argentina), África (islas Mauricio y Madagascar) y Asia (India).
Foto: Luz Stella Tisnés Ocampo. |
La gran mayoría de los hongos producen sus esporas de manera exógena mediante células especializadas denominadas basidios. Solo unos pocos hongos producen esporas de manera endógena en pequeños saquitos denominados "ascas" (ascomicetes). Sin embargo, son los ascomicetes los que mejor se han adaptado a la liquenización, de hecho, la inmensa mayoría de los micobiontes de los líquenes son ascomicetes. Solo hay algunas excepciones, casos muy raros, en los que un basidiomicete haya encontrado en la liquenización su mecanismo de adaptación evolutiva.
Su morfología recuerda a la de muchas setas, con lóbulos semicirculares en forma de abanico y estrías concéntricas de color verde oliváceo, azulado o grisáceo que resaltan sobre el color gris del talo. A simple vista cualquier aficionado no dudaría en decir que se trata de un hongo, pero examinando la estructura del interior del talo se observan, además de las hifas del hongo, filamentos uniseriados de células rectangulares verdes que se corresponden con la cianofícea Scytonema.
Se trata, por tanto, de un liquen doblemente raro: Que el micobionte sea un basidiomicete ya es de por sí notablemente raro, pero que, además, el ficobionte sea una cianofícea, lo convierte en uno de los líquenes más curiosos del mundo.
Vive en los bosques húmedos de las regiones tropicales de América (Hawai, Florida y desde el centro de México hasta Chile y Argentina), África (islas Mauricio y Madagascar) y Asia (India).