Recientemente el Parque Nacional de la Montaña de Covadonga, el más antiguo de España, ha sido ampliado hasta ocupar los tres macizos de los Picos de Europa, pasándose a llamar Parque Nacional de los Picos de Europa. Con 65.000 Has se convierte en el mayor parque nacional de España, y en uno de los más grandes de Europa. Uno de los objetivos fundamentales con los que se justificó su creación fue la de conservar el ecosistema del Bosque Atlántico.
Desgraciadamente el parque ya no cuenta con especies de altísimo valor ecológico, como son el Oso Pardo, el Quebrantahuesos, la Cabra Hispánica o el Urogallo. Sin embargo todavía subsiste una pequeña población de Lobo Ibérico que conviene preservar con urgencia para evitar que sea otra de las especies desaparecidas.
En los últimos días diversos colectivos ecologistas están denunciando diversas acciones salvajes emprendidas contra el lobo en el parque. No es nada nuevo, porque en todo el territorio español se matan cada año lobos indiscriminadamente, bien sea de forma legal o ilegal. Lo que llama especialmente la atención es que paradójicamente es la propia administración del Parque la que está llevando a cabo acciones para erradicar a la especie del parque, presionada por los alcaldes de los municipios y gobernantes regionales de los territorios que están incluidos dentro del parque.
Unos y otros han hecho declaraciones a diversos medios de comunicación manifestando su intención de exterminar el lobo del Parque Nacional para evitar conflictos con los ganaderos que hacen aprovechamiento de los pastos del parque.
Lejos de prohibir o perseguir estas prácticas, las autoridades gubernamentales las están permitiendo, y la Dirección del Parque Nacional está autorizando que ganaderos, cazadores y particulares se dediquen a perseguir y eliminar a cualquier lobo que encuentren. Incluso los propios guardas de la administración tanto regional como estatal están siendo armados para que colaboren en la acción.
Hechos como estos han reabierto el viejo debate que existe desde antaño en torno a la protección del Lobo Ibérico. Por eso este año, como miembro de la comisión de fiestas de la Facultad de Biológicas, he propuesto la celebración de una mesa redonda para debatir entre los asistentes la problemática actual del Lobo Ibérico.
Para ello me he puesto en contacto con diversas personas implicadas de una manera directa o indirecta en esta problemática para que expongan sus argumentos al respecto y se genere el debate que todos esperamos.
He llamado a un Técnico de la Sección de Caza de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, al Alcalde de Puebla de Lillo, a un Celador del Parque Nacional de los Picos de Europa, al representante de la Asociación ecologista URZ, y al autor del libro "El Lobo y su Problemática", Don Antonio Fernandez Suárez. Todos ellos han confirmado su asistencia, aunque me hubiera gustado que hubiese venido algún responsable directo de la propia administración del Parque Nacional, pero solo he recibido negativas o indiferencia a la propuesta.
Para moderar un debate tan interesante he llamado al Catedrático de Zoología de los Vertebrados de la Universidad de León, Don Francisco José Purroy Iraizoz, quien ha desempeñado su labor estoicamente a pesar de no poder intervenir directamente en el debate como le hubiera gustado por ser el moderador. No obstante dejó claro su punto de vista al respecto y contribuyó de manera notable a que el debate fluyese con normalidad.
A los pocos días de celebrarse el debate la prensa de Asturias se hizo eco del acontecimiento y publicó la noticia. En cambio, la prensa de León no vio motivos para su publicación, a pesar de que la Junta de Castilla y León es una de las implicadas por disponer del mayor territorio dentro del Parque Nacional de los Picos de Europa.
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